jueves, febrero 23, 2017

(In)Justicia y Puta Locura

Enciendo el televisor y me encuentro con una tertulia de periodistas, una de esas tertulias en las que los tertulianos parecen no estar nunca de acuerdo. Que es lo que toca para distraer al televidente inculto y alienado.

Hoy es el turno de Urdangarín y de si la Justicia es igual para todos.Cada tertuliano matiza su pensamiento que difiere del de los otros en alguna minucia, la que justifica su particular presencia en el falso debate. Sin embargo hoy se han puesto todos de acuerdo en una cosa: ninguno duda de que la actuación de la Justicia “ha mitigado totalmente el riesgo de fuga de Urdangarín”.

Y lo dicen, todos, mientras de fondo paracen imágenes de Urdangarín vestidito de pijo y paseando en bicicleta por las calles de Ginebra.

Así, no hay riesgo de que se fugue un tipo que, habiéndonos estafado unos cuantos millones a los españoles y habiendo sido declarado culpable por la Justicia española, pasea alegremente por Suiza… en vez de pasear puteado por la selva amazónica.

sábado, febrero 11, 2017

Premios Goya y la mujer

Un tal Jesús Mota (que no José Mota) decía hoy en El País que el IVA no era un problema relevante para la industria cinematográfica española. Lo explicaba muy bien en la misma página del editorial. Con una reducción del IVA al 10% en vez de al 21% no se solucionaba el problema que la industria dice tener, que no es otro que la falta de espectadores, esto es, la falta de ingreso por taquilla, esto es, la falta de dinero con la que poder financiar otras películas, la falta de músculo en una industria en la que pocos quieren invertir.


De hecho, en los Premios Goya de este año se ha pasado de puntillas sobre el asunto. Quizá porque, como bien se hizo saber en su retrasmisión, éste ha sido un buen año para el cine español: más estrenos, más espectadores, más dinero. La cuestión es que pudiendo haber incidido en el asunto del IVA como objeto de crítica y reivindicación no se ha hecho. Y el gremio sabrá por qué, pero no deja de ser algo desconcertante. Sobre todo si sabemos lo que el gremio disfruta regodeándose en la denuncia y en la reivindicación activista.


¡Y tampoco hay ninguna Guerra contra la que “luchar”! [O sí, pero fuera de España, lo que al parecer la hace irrelevante para los cómicos españoles. "No a la guerra" sólo si está en ella involucrada Españita].


Así, ¿qué hacer en los Premios Goya este año?, ¿qué hacer para no abandonar ese espíritu crítico, reivindicativo y activista que tan cachondos les pone a los del gremio? Pues fácil, buscar un asunto que les permitiera seguir con la queja, la denuncia y la reivindicación; y nada mejor (a falta de otro más coyuntural) que el asunto de la mujer y su discriminación(?). Que ese nunca falla.


Y por ese lado se escoró este año la “necesaria” carga ideológica que al parecer debe contener la anual entrega de premios. 


[Por cierto, desde que escribí el último post ](http://albertoadsuara.blogspot.com.es/2017/01/mujeres-y-arte.html) a ahora se ha publicado en MAKMA otro artículo sobre el asunto (http://www.makma.net/el-arte-de-vender-arte/). Habla la Asociación de Galerías de Arte de la Comunidad Valenciana, compuesta por 18 galerías de las cuales 16 se encuentran dirigidas… ¡por mujeres! ¿Y qué se dice en el reportaje escrito por la infatigable reivindicadora Bel Carrasco? Pues que se necesita más presencia de la mujer en el mundo del arte.


Pero ¿acaso es que su presencia es realmente poca?* Desde luego que, dada la cantidad de mujeres que dirige y representa el sector comercial de ese mundo vinculado a la sensibilidad, podría decirse que NO, que su presencia es incluso abrumadoramente mayoritaria. Sin embargo siguen quejándose de la poca presencia de artistas-mujeres en las galerías de arte (?), exponiendo en galerías de arte.


Seguro que a estas alturas del post ya hay gente que cree tener la respuesta a ese desfase señalado por las mujeres a modo de denuncia. Seguro que hay gente que piensa que todo el mal (que se significa en esa diferencia cuantitativa respecto al hecho expositivo) proviene, cómo no y una vez más, de las estructuras patriarcales tradicionales y machistas que impiden a las féminas estudiar carreras como la de Bellas Artes.


Pero resulta que NO: que tal y como en los dos artículos se deja bien claro (tanto en el publicado en El Mundo y comentado en anterior post como en el recientemente aparecido en MAKMA), ya hace años en los que el porcentaje de mujeres que estudian Bellas Artes supera con creces al de los hombres; ellas mismas lo dicen: un 70% de mujeres respecto a un 30 % de hombres.


¿Entonces, qué es lo que quieren las galeristas cuando en los medios exigen más visibilidad para las de su género?


¿Pero no son ellas las “dueñas” del arte que se exhibe? ¿No son ellas quienes programan su exposiciones y quienes eligen a los artistas?


¿Entonces, qué es lo que quieren esas mujeres -que controlan la faceta expositiva de ese sensible mundo del arte- que según ellas mismas discrimina a las mujeres artistas?


Volviendo a los Goya:


¿Que quiere Ana Belén cuando en los Goya pide -toda seria y circunspecta- más presencia de la mujer en el cine? ¿Que haya más actrices? No lo creo, las hay a montones (con o sin trabajo). ¿Que las actrices se planteen dirigir? Tampoco lo creo. Nadie tiene por que hacer aquello que no le apetece, como bien sabe la propia Ana Belén ¿Que haya más protagonistas femeninas? No creo que sea eso lo que pidiese, ya que con esa reivindicación sólo estaría haciendo alarde de una tremenda incultura (véanse programaciones). ¿Que haya más directoras? Bueno, pero ¿salidas desde qué grupo de mujeres estudiantes (o no) que no muestran interés por la dirección cinematográfica?¿O acaso es que hay grandes directoras discriminadas y humilladas por la industria sólo por el hecho de ser mujeres? ¿Entonces? ¿Y por qué más directoras y no, por ejemplo, más sonidistas? ¿Será que hay más sonidistas hombres que mujeres porque el sonido les interesa más a los hombres que a las mujeres? ¿Qué tiene la dirección que no tenga el sonido para que resulte más glamourosa su reivindicación? ¿Quién quiere ser sonidista? 
¿Por qué entonces se ponen tan cachondos los del gremio cuando Dani Rovira o Ana Belén (y otros) reivindican más presencia de la mujer en el cine si no es porque lo que les pone cachondos es sólo el hecho de reivindicar -lo que sea- con la queja, el lamento y el enfado por en medio?


[Pero volvamos al artículo de MAKMA (sobre mujeres galeristas)].


Para la peridista del artículo “El arte de vender el arte”, la tarea de vender arte es “Una tarea que exige combinar cualidades diversas: espíritu empresarial, visión comercial y, sobre todo, sensibilidad artística para detectar nuevas firmas que reflejen las tendencias de cada momento. Además, sutileza psicológica para lidiar con los creadores y los clientes, con sus respectivas manías y exigencias. Este cúmulo de factores imprime un fuerte carácter vocacional y hace que la venta de una obra de arte pueda considerarse, en cierta manera, también una forma de arte. Un arte para el que parecen mejor dotadas las mujeres como demuestra su creciente presencia en este mundo”.


Así pues, ya lo sabemos: hay cosas para las que están más dotadas las mujeres que los hombres.


Y conviene recordar que:


Después del mandarinato de Juana Mordó en España, el mundo real del arte estuvo desde finales de los setenta muchos años en manos de Juana de Aiizpuru, María Corral, Cármen Jiménez, Helga de Alvear, Soledad Lorenzo, Elba Benítez, Elvira González, Oliva Arauna, las Moriarty, Oliva María, Rosa Martínez, Estrella de Diego, Evelyn Botella, Rosa Olivares, Pilar Parra, Marta Cervera, Elena Ochoa, Ana María Guasch... Ellas lo controlaban TODO, ellas configuraron el panorama que representaba el arte español y foráneo en nuestro territorio. Y diseñaron la estrategia de expansión. Ellas impusieron su criterio, algo contra lo que no hay nada que objetar, digo yo. ¿O sí?