viernes, diciembre 13, 2019


De artistas y galeristas

Una gran parte del mundo del arte se encuentra tan perdida que a veces incluso produce ternura. Este texto nace de las declaraciones del vicepresidente de LaVAC (Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo de la Comunidad Valenciana) en El Levante con motivo del cierre de la Galería Espaivisor: “Valencia sigue con la política de los grandes eventos... no hace nada para retener a las galerías”, “los políticos sólo atienden a los grandes centros”, “Nosotros nos jugamos el tipo en cada exposición”, “las galerías carecemos de absoluto interés para los políticos”.

Los artistas se lamentan

No hace mucho se organizó aquí en Valencia una suerte de seminario en el que se pretendía ofrecer al artista del hoy “un mapa de herramientas y estrategias con las que reorientar y enmendar su situación de inestabilidad profesional”. Se llamó Hacia la profesionalidad del artista visual y contó, como era de prever, con toda una plantilla de profesionales que se mostraban preocupados verdaderamente por el futuro del artista del hoy: comisarios, gestores culturales, galeristas, periodistas, artistas y miembros de asociaciones o agrupaciones pertenecientes a dos sectores de ese mundo.

Las galerías de arte se lamentan

Parece ser que, en efecto, parte de ese mundo del arte actual anda desconcertado. ¡Pero hay que decir que no todos los “elementos” que configuran su mundo!: los políticos y gestores culturales institucionales (no sólo de las capitales sino de todos los municipios tengan el tamaño que tengan) parecen vivir en constante estado de excitación y éxtasis. Y tienen motivos para ello pues a veces les sobrepasa la cantidad de eventos que tienen que atender cada semana. Tampoco los Grandes Centros de Arte pueden poner mala cara, pues sus alegrías crematísticas ya no provienen de una sola vía, la política/institucional, sino de dos, la política (que con ello gana votos) y la privada (que gana en desgravaciones). Aunque siempre les parecerán pocas esas alegrías a los Grandes Centros de Arte, todo se ha de decir. Llorones.

Entonces, ¿quiénes se encuentran desconcertados además de compungidos? Pues ya lo hemos avanzado: fundamentalmente dos sectores de ese mundo, el de los artistas y el de los galeristas, precisamente esos dos sectores que hasta no hace mucho eran los verdaderos generadores de la idea de Arte Contemporáneo. Pero ya no -se siente-, y por eso se embarcan constantemente en seminarios, congresos, jornadas, “abiertos”, mesas redondas, “nocturnos” y encuentros con el fin el fin de superar lo que ellos mismos llaman, no sin cierta ingenuidad, “reto del nuevo mercado global”, analizando conceptos como branding, comunicación off-line, RRSS, composición curricular, estrategias on-line, autogestión e incluso autogestión sostenible. Ya digo, desconcertados y perdidos.

De los artistas

Si hay algún sector verdaderamente patético en eso que aún llamamos mundo del arte es el de los artistas, o mejor, el de todos esos personajes que se autodenominan artistas. Los que se autocalifican artistas -que son todos los que creen hacer arte- se caracterizan por la queja, por vivir su “profesión” en permanente estado de lamento. O bien se quejan de no vender, o bien se quejan del poco cariño que le muestra la Institución Política, o si quieren el Poder Fáctico. Ambas quejas, insisto, es lo que convierte en patético a los representantes del sector. Respecto a la la primera porque convierte a los supuestos artistas en seres molestos, como molestos son todos aquellos que se empeñan en vendernos algo que no queremos. Y respecto a la segunda porque la queja supone una contradicción insalvable, pues la primera función (misión) que dicen tener los supuestos artistas es la de cuestionar el Sistema, el Poder Fáctico si quieren. Por lo que si alguien se empeña en trabajar para Él es sólo porque quiere ser un lacayo, lo contrario de un ser libre. Su falta de dignidad es sólo equiparable a su falta de pudor.

De las galerías de arte

Y respecto a las galerías baste recordarles tres cosas: -1. Que lo suyo se trata de un negocio y NO se un Servicio Cultural. -2. Que el producto que venden ya no representa ni siquiera el Espíritu de nuestra Época. Y -3. que ellos, los galeristas montaron su negocio por voluntad propia y además nadie les pide que “se jueguen el tipo con cada exposición”.

Parecen ignorar que las cosas del ahora nada tienen que ver con las cosas acaecidas antes de la caída de Lehman Brothers en (2007), mismo año en el que surgieron los smartphones, mismo año en que se consolidó Facebook; mismo año de la expansión de Twitter; mismo año en el que Google lanzó Android y promovió Youtube; mismo año en definitiva y sobre todo donde las RRSS se impusieron como forma de comunicación inmediata y masiva. En estas circunstancias el método hagiográfico (el artista como ser heroico que inevitablemente produce objetos sagrados) que aún siguen usando los galeristas ya no sólo es anacrónico, sino también obsoleto.

En cualquier caso, y tal y como ya advertí en artículo anterior, ¡claro que seguirá habiendo galerías de arte que funcionen bien económicamente!, pero ahora más que nunca serán solo aquellas que trabajen con coleccionistas superpoderosos (los pocos que van quedando), o con narcotraficantes, o con traficantes de armas, o si quieren, con brokers desalmados, o con empresarios de alto standing que saben desgravar con elegancia o blanquear con permisividad y connivencia, etc. ¡Y claro que seguirá habiendo Grandes "Ferias Basel”, pero para dar servicio sólo a los -galeristas- que son capaces de llegar a ellas! Unos cuantos elegidos, privilegiados.

sábado, diciembre 07, 2019

Greta en la cumbre (silogismo para principiantes)


O: La foto a pesar de todo
O: Greta sin garbo
O: El poder de la inercia

Un silogismo es un razonamiento formal que establece una conclusión necesaria a partir de dos proposiciones o premisas dadas. Así, para que haya silogismo son necesarias dos premisas y una conclusión; las premisas pueden ser mayores y menores pero no pueden ser falsas si lo que pretende el silogismo es una conclusión que debe ser necesaria. El ejemplo más usado desde la la Filosofía es el siguiente: A) Todo hombre es mortal, B) Sócrates es un hombre, C) (Conclusión) Sócrates es mortal

Aquí hemos tirado la casa por la ventana y hemos propuesto un silogismo con 8 premisas para que pueda entenderse como más necesaria la necesaria conclusión. Los silogismo en realidad se construyen con sujeto, verbo y predicado, pero aquí, como hemos tirado la casa por la ventana, los hemos construido con argumentos algo más complejos.

Premisa 1) La Verdad. Es un hecho que la Verdad no vive su mejor momento. Siempre ha sido un concepto que ha generado suspicacias entre los pensadores, suspicacias que nos han conducido hacia la última de sus concepciones. Así, el desprestigio de la verdad es ya total en esta era tan posmoderna como digital. Podría decirse que hemos alcanzado el máximo nivel de relativismo, ese que anuncia que hay una verdad por individuo. Ahora bien, si no hay Verdad, siquiera aproximada, nada hay en lo que creer. Y el pensamiento se reduce a la mera opinión.

Premisa 2) Los políticos. Si se trata de generar una premisa sólo vale decir de ellos, los políticos, lo que realmente son: personas (?) que dadas las circunstancias actuales, sobre todo aquellas relacionadas con el concepto de Verdad (concepto que debería ser importante para un político si lo que pretende es rechazar ciertas Ideas para imponer las suyas), pueden cambiar de opinión de un día para otro sin que eso les genere ningún problema moral. Si un tipo que nos representa puede un día decir algo -en tanto que verdad propuesta- y al día siguiente puede decir (sostener) lo contrario sin que ello le pase factura es que verdaderamente estamos viviendo el máximo grado de relativismo, el mostrenco: ya no sólo hay una verdad por individuo, sino que hay miles de verdades en cada individuo. Ahora bien, si uno puede decir (sostener) una cosa y su contraria (dependiendo sólo de sus intereses exageradamente coyunturales) porque sabe que eso no le va a pasar factura aun cuando de esa apostasía se colija una contradicción insoportable, ya no será posible el Pensamiento.

Premisa 3) Corrección política. La corrección política no es más que una estrategia cuyo fin último es hacer irresoluble el mismo problema que desde ella se denuncia. Se trata, pues, de una estrategia que propone una solución perfectamente ineficaz con el fin de perpetuar esa estrategia que además de generar pingües beneficios tranquiliza la conciencia de los ignorantes. Tal es la perversión. Lógicamente, la corrección política castiga el Pensamiento,

Premisa 4) Redes Sociales. Como no existe la Verdad, sólo existen opiniones. La Opinión. Cada cual tiene su verdad, la que defiende a capa y espada en su twitter nickeado. Como no existe la Verdad, todas las opiniones valen lo mismo. Cada cual tiene su verdad, una verdad, por tanto, que sólo puede ser minúscula y despreciable dados los a prioris. Una verdad que, sin embargo, no por ser inocua deja de expresarse con una soberbia innecesaria por incoherente. Y si toda opinión es inocua por despreciable (además de prepotente) no podrá darse el Pensamiento.

Premisa 5) Libertad de expresión. No la hay, no hay Libertad de expresión. Todos hablan del triunfo del neoliberalismo en el mundo, un sistema que ha generado la alienación del individuo en tanto que consumidor y usuario. Pero esto es falso. O Verdadero a medias. En un sistema neoliberal la libertad de expresión sería tan sagrada como la propiedad privada. Y la Libertad de expresión queda negada ante la imposibilidad de decir públicamente todo aquello que contravenga lo impuesto por la Corrección Política (véase). Y la falta de Libertad de propiedad privada queda patente con el terror que sufren políticos y leguleyos ante los casos de okupación. Así, la negación de la Libertad de expresión viene dada por legislaciones, las que promueve la Corrección Política, las que impone el Estado. Pero donde no hay libertad no puede haber Pensamiento.

Premisa 6) Negocio. A lo mejor es consecuencia del neoliberalismo... capitalista, no lo sé, pero la verdad es que todo hoy en día es negocio. Diríase que sólo eso. Pero el caso es que lo que más dinero mueve no es la compra de ropa o de dispositivos, ni la prostitución ni los videojuegos, sino las subvenciones a grupúsculos que dicen querer acabar con la maldad que habita el mundo. Negocio es, más que nada y por encima de cualquier otra cosa, decir públicamente que se está comprometido con una causa social (ya sea la feminista, la climática, la migratoria, la identitaria...).. Así, el verdadero negocio se encuentra estrechamente vinculado a la Corrección Política, entre otras cosas porque ésta sustituye la búsqueda de conocimiento por la suscripción a la buena voluntad. Y un mundo dominado por la pereza auto-satisfaciente es un mundo sin posibilidad de Pensamiento.

Premisa 7) Futuro. El futuro ya no llega ni a mañana. Si se estira algo más (pasado mañana, pongamos) es porque ya se sabe la fecha de lanzamiento del último modelo de nuestro móvil favorito, sólo por eso. Y en un mundo sin futuro a nadie le interesa el Pensamiento.

Premisa 8) Pueblo. Desde hace unos pocos años ya no hay pueblo (ciudadanos), hay sólo consumistas adictos y usuarios radicales y bienintencionados; es decir, gente. Gente, eso sí y valga la paradoja, con opinión propia... pero ignorante como hemos ido viendo en todas las premisas. Gente dedicada al yoga, al tai chi, a los maratones, a los medio maratones, a los ultramaratones, al couching, y a los medicamentos. Y un mundo sin ciudadanos pero con mucha gente no necesita del Pensamiento.

Conclusión: la inercia controla las acciones individualidades, que están todas ellas dirigidas y se encuentran necesariamente alienadas cuando se retroalimentan con autosatisfacciones falseadas.

No hay más que ver a los periodistas seguir a Greta por el andén de la estación para conseguir una foto suya. Los periodistas somos nosotros.