Sinceramente
Te ha pasado por idiota, aunque quizá fuera previsible. Que
lo fueras, quiero decir. ¡Idiota! Porque tú y las tuyas lleváis ya mucho tiempo
introduciéndoos tierra adentro, quizá demasiado, y seguro que con toda la
asertividad de la que sois capaces, o al menos de la que sois capaces de
reivindicar en público. Así que te ha pasado por idiota, por meterte,
demasiado, tierra adentro, algo que como digo lleváis haciendo demasiado tiempo
desde un tiempo a esta parte. Riéndoos de nosotros, los de mar afuera (que
diríais vosotras), de forma tan clara como contundente. Así que te ha pasado
por idiota… aunque fuera previsible; lleváis quizá demasiado tiempo riéndoos de
nosotros cuando, cada vez con más asiduidad, os metéis mar afuera (que tú
dirías). ¡Idiota! Que eres idiota. Por adentrarte tanto, por adentrarte y
reírte. Y no tanto por reírte de nosotros como por reírte de nuestro futuro,
porque tú, como todas vosotras os reís de nosotros, pero también de nuestro
futuro; yo diría que especialmente de esto último. Así que me alegro, idiota, que
eres una gaviota idiota, como todas. Te adentraste demasiado, riéndote, y te ha
salido el tiro por la culata; te has dado un trompazo tremendo contra un coche.
Huyendo de mi sombra te has empotrado contra un coche, gaviota idiota. Y ni Juan Salvador Gaviota ni hostias. ¡Eres
tonta!, tan tonta como todas las tuyas, gaviota.
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