Un par de personas me han
dicho que no han entendido muy bien el post anterior. Tiene su
lógica si presuponemos que no se sabe quiénes son los personajes
protagonistas de la fotografía. Una fotografía que habría sido
absolutamente impensable hace unos pocos años. A nadie, digo, a
nadie, se le habría ocurrido que para informar de una exposición de
arte se podía poner en prensa una fotografía con 4 políticos. Hace
unos pocos años les habría parecido, a todos los artistas
(implicados o no en la exposición), una autentica aberración el que
los políticos ocuparan la fotografía que informaba de una
exposición colectiva. Pero ahí están ellos, orgullosos... con sus
medallas dentífricas, dejando claro que detrás de ellos hay una
de esa obras realizada por un artista/súbdito, casi anónimo.
Nota. Cuando digo 4
políticos no se me escapa que habrá quien sólo vea 2 y que, quizá
alguien un poco más avispado vea sólo 3. Pero la realidad es que
todo director de un Museo es, en este mundo hiperideologizado y
configurado por los poderes fácticos coyunturales, un político
puro. Como lo es todo comisario desde que el arte perdió su
mayúscula, es decir, desde que el arte fuera definitivamente
fagocitado por la Institucion.
Para más información ver
siguiente post.
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