viernes, septiembre 30, 2016

Arte y Mercado (Valencia)

A propósito del último “Abierto valencia”, evento en el que durante 2 días todos los centros expositivos de arte se juntan para promover el interés (?) por el Arte Contemporáneo.


Parece ser que tanto las Instituciones como los propios artistas, tan proclives estos a retozar en los brazos de aquellas, no acaban de entender muy bien qué pasa con el Arte. O más bien no acaban de entender qué es lo que no pasa.

La idea que del Arte que hemos ido teniendo durante cerca de 250 años es impropia de la actualidad.  Ver: http://www.jotdown.es/2013/04/el-hoy-del-arte/

O por decirlo de otra forma: la idea de un Arte fundamentado en una Historia escrita y descrita (sólo) por expertos es de un anacronismo delirante. Otra cosa, insisto, es que sean los voluntariamente implicados en el asunto quienes no quieran darse cuenta del insultante anacronismo. A lo expertos (comisarios, directores de museos, multimillonarios aburridos, técnicos de Consejerías, galeristas…) les sucede esto debido a las inercias y las necesidades autogeneradas, y a los artistas (tanto los jóvenes como los maduros) por voluntarismo ingenuo o por necesidad o por nostalgia.

Internet es un pozo sin fondo en el que cohabitan lo más zafio y lo más sublime por lo que a la creación artística se refiere. En cualquier caso prácticamente TODO se encuentra al alcance de TODOS. ¡Y sin jerarquías ni discriminaciones!, términos con los que durante 250 años se fundamentó una selección que impuesta por los expertos (?) pretendía ser la perfecta representación del Espíritu de cada Época. Nada menos.

Ya no. Ya no. Eso se acabó.

No hay “ser digital” que se avenga a creer que la obra de los artistas que le señala el galerista de la esquina o el comisario ideologizado o el director de museo preocupado por los números sea, ¡o casualidad!, la que valdría la pena tener en casa con la esperanza de que algún día pueda confirmarse el acierto de la compra. Sobre todo si teniendo veleidades artísticas o culturalistas ese “ser digital” sigue a 178 artistas marcados como favoritos en su dispositivo digital. 178 artistas que ¡no tienen ninguna presencia en en lo que aún sigue presentándose como Arte!... por quienes se creen todavía configuradores de la verdad artística, desde una Institución perclitada (de la que sólo queda el vestigio vinculado a la política pura y dura).

La sensación que a la postre tal situación produce es que sólo un idiota podría tomarse en serio lo que “cuatro” galeristas siguen haciendo. Y a las pruebas me remito: a sus quejas y a sus denodados intentos por cambiar esa inactividad mercantil. Diera la sensación, pues, de que los vendedores de Arte no se hubieran enterado de los cambios acaecidos en el mundo durante el transcurso de los últimos 15, de que el mundo ni se parece a lo que era antes de esos 15 años; diera la sensación de que quienes son sabedores del profundo cambio de paradigma -económico, político, social- sufrido en estos últimos años no quisieran saber nada del nuevo paradigma que rige en el mundo de la creación artística; diera la sensación de que para ellos aún no hubiera quebrado Lehmann Brothers; diera la sensación, en definitiva, de que no se hubieran enterado de la existencia de internet y de las consecuencias de esa red sobre los “seres digitales”, nativos o no.

Y ya digo, es una sensación, sólo una sensación.

Y en una ciudad de provincias como es ésta, Valencia, la sensación es todavía más intensa.

Y quien dice una ciudad como ésta dice una ciudad como aquella, porque ¿qué es Madrid al lado de los verdaderos centros neurálgicos donde aún se cocina la lista de los 40 principales del Arte a pesar de encontrarse en franca decadencia la misma idea de Arte (tal y como se ha entendido durante 250 años).

Y por supuesto que no se trata de dudar ni un ápice de la obra que esos galeristas se proponen vender, sino de dudar de la mayor si de lo que se trata es ¡de hablar de comercio! Puede que internet no sirva para comprar un tapies -sobre todo a un ser con mentalidad analógica- pero funciona perfectamente para comprar directamente piezas originales y creativas sin que nadie nos tenga que comer la oreja respecto al futuro del artista. Entre otras cosas porque es al artista a quien se compra directamente en internet, que esa es otra (o la misma). Ya lo decíamos más arriba, parece ser que es dentro del mismo Arte donde precisamente menos se acaba de entender qué es lo que pasa en el Arte mismo.

El intermediario de venta provinciano es lo primero que cae en un juego que pretende mantener las pautas de actuación antiguas en un mundo absolutamente nuevo.

Otra cosa sería hablar de la relación de los artistas con las Instituciones políticas. Para otro momento. En cualquier caso, y para avanzar respecto a lo que vendrá en otro texto, debo rectificar la frase que abría éste mismo: los galeristas en general y una mayoría de artistas no se han enterado muy bien qué es lo que pasa con el Arte, pero quienes sí lo saben a la perfección son las Instituciones (inevitablemente políticas en mayor o menor medida) y algunos artistas sumamente espabilados, pero l´ogicamente reaccionarios.

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