lunes, junio 20, 2016

Niños predestinados

Niños predestinados a no dejar de ser niños

Queriéndose ingenioso y gustándose a sí mismo Serrat ha declarado en una reciente entrevista: “He llegado a viejo sin haber sido adulto”.

Dicen que hace falta una cierta distancia para ver las cosas con claridad. Del todo incierto. La clarividencia se tiene o no se tiene, otra cosa es que se tenga siempre y para todo. Yo ya pude ver en su momento, en el de su pleno éxito y apogeo, que Serrat estaba crudo.

En su momento tuve que enfrentarme a demasiada gente cuando me atrevía a decir que Serrat era un letrista ingenioso, un cantante mediocre y un poeta pésimo. Eran épocas en las que la ideología se camuflaba de supuesta expresión artística y en donde las banderas eran buenas sólo si las portaban gente con sandalias. Yo nunca tuve oído musical para las letras, valga la paradoja, y por eso prefería Black and Blue o Potato Head Blues a Bandoler, del otro catalán cansino. ¡Y eso que Serrat -todo se ha de decir- era de los mejores, si no el mejor, de todos los cantautores setenteros!

En cualquier caso, no sé por qué la gente sobrevaloran tanto la infancia y la adolescencia, esos estadios del ser en los que aún se está crudo y por lógica matemática se carece de cultura, de mesura, de contención, de responsabilidad, y en definitiva… de madurez, eso que al parecer se ha saltado orgullosamente Serrat.

Pero, en efecto, a la gente, así en general, le gusta hablar de ese niño que nunca muere y que aún lleva dentro como si se tratara de una virtud. Y así nos va. Miren si no la campaña política que nos están infligiendo políticos, periodistas, tertulianos y moscas de bar. Jugando todo el día con encuestas que dicen rechazar pero que les exigen diatribas interminables. Todas sin duda discursivamente mal expresadas y repletas de latiguillos modales propios, cómo no, de adolescentes crudos.

Seguro que muchos de esos aparentes adultos son padres que acuden al colegio de sus hijos para exigir un poquito más de comprensión hacia ellos. Para que no maduren, para que les cueste ser adultos. Como ellos.

Entonces, sólo entonces, los 4 candidatos que aspiran gobernar España deciden ponerse en manos de una periodista recauchutada y hábilmente engafada para dejarse entrevistar por mocosos de entre 5 y 12 años en uno de los espectáculos más patéticos que pueda darse ante nuestros ojos ya habituados a la basura.

Y mientras, en otro canal, una periodista muy progre (?) habla del interesante y mono culito de uno de los aspirantes a gobernar España. Y las feministas calladas como putas.

No hay comentarios: