miércoles, mayo 01, 2019

Carta abierta al varón votante II



En estas circunstancias les queda a ustedes, varones confiados, sólo dos posibilidades de existencia; o la de ser un varón que elige formar una familia o la de ser un varón que decide no formarla. El primero será inevitablemente esclavizado por su propia situación, que habrá devenido de su propia decisión/elección/determinación. O por decirlo de otra forma: si usted es de los que ha decido formar una familia, esté vendido, porque su estatus social, su tranquilidad emocional, así como las condiciones de su propia paternidad, dependerán siempre y en última instancia de la necesaria estabilidad sentimental y emocional de su mujer. Es decir, lo que da sentido a su existencia -y sobre todo a su futuro- dependerá de que su mujer no sienta NUNCA la necesidad de chasquear los dedos en su contra.

La sociedad actual en general y la horda de abogados en particular harán lo posible para que ustedes, varones confiados, paguen por lo que son y no por lo que (no) han hecho. Y esa sociedad, y sobre todo esos abogados, conducirán sin duda a su mujer a chasquear los dedos aunque ella pudiera manifestar ciertas dudas. No hay más que remitirse a las pruebas.

¿Y a quién me refiero entonces cuando digo “varones confiados”? Y aquí es cuando se demuestra la importancia que realmente tiene la Corrección Política en nuestras vidas personales más allá de la importancia que puedan tener las cuestiones económicas de un país, o las sociales, o incluso las culturales. Hay quien ha votado y elegido partido político en función de estas 3 cuestiones, lo cual resulta tan legítimo como enternecedor. De hecho los resultados electorales demuestran que esas 3 cuestiones han prevalecido en la elección del voto.

Así, repetimos la pregunta: ¿a quién me refiero cuando hablo de varones confiados? Pues a todos aquellos de ustedes que han votado a los 4 partidos que han obtenido más votos, que son esos que evitaron en los debates el asunto de la Corrección Política. De hecho, los dos partidos que pudieron cuestionar ciertos aspectos derivados de un uso ilegítimo de la Constitución, como es el de la Ley Integral de Violencia de Género (Ciudadanos y PP), no dudaron ni un ápice en posicionarse junto a ella, junto a esa Ley. Lo siento por ustedes, varones confiados.

Pero recordemos que les quedaban a los varones dos posibilidades de existencia; también estaban los que han decidido no formar una familia. En fin. Futuro de mierda. Y es de mierda porque sólo de mierda puede ser un futuro sin seres humanos. 

Post Scriptum. Lo cierto es que, después de todo, queridos varones, un soltero empedernido puede ser igualmente humillado por la CP, y lo puede ser simplemente por el hecho de ser varón. Pero no deja de ser curioso que las mayores invectivas sobre el varón se proyecten sobre el varón domesticado y no sobre el vividor "desalmado". Así, el futuro es el de los folladores sin escrúpulos emocionales. No necesariamente malvados, pero sí ensimismados. Triste. Triste porque prevé un futuro de mierda.

*Escrito después de las elecciones de mayo




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