Tengo a mi alrededor gente de izquierdas y de derechas con la que me relaciono habitualmente. Algunos de ellos los considero amigos, otros simples conocidos. Tantos unos como otros, y tal y como ellos mismos me han contado, han sido votantes de alguno de los dos partidos mayoritarios. He podido cerciorar que sólo una proporción despreciable de mi entorno está constituido por votantes de un partido minoritario. Así pues mi entorno responde con exactitud a lo que vienen a ser los resultados electorales habituales.
[A partir de ahora mis generalizaciones no se corresponderán con ningún habitual modo de síntesis pragmático sino que serán el producto de la realidad. Al fin y al cabo es de mi entorno del que hablo. Lo que no quiere decir que no haya entornos diferentes, que los habrá, claro, digo yo, no sé]
Los de izquierdas son gente que votó al PSOE y que lo hizo con convicción, es decir, sin dudas. He intentado en alguna ocasión extraer una queja respecto al modo de gobernar de “su” partido durante estos casi 8 años. En muy raras ocasiones la he conseguido. O por ser más exacto, lo que he conseguido extraer de ellos han sido, fundamentalmente, comentarios irónicos sobre, pongamos por caso, los trajes de Camps. O, en todo caso, sobre los políticos en general. Ante mi insistencia y mis incisivas preguntas relacionadas con el estado actual de las cosas en el Estado todo lo que he conseguido ha sido una declaración de principios morales en el mejor de los casos. Y una vuelta a los trajes de Camps en el peor. Son gente que cree que vivimos una circunstancia que, gracias al PSOE, es mejor de lo que pudo haber sido si hubiera gobernado el PP.
Los de derechas son gente que no defendieron claramente a Camps (tampoco lo atacaron) y que además no gustan de Rajoy en ningún sentido. Echan de menos a Aznar y no tienen nada bueno que decir ni de Cospedal ni de Arenas ni de González Pons. No hacen falta incisivas preguntas para que se muestren, siempre que pueden, más cercanos a las víctimas del terrorismo que a cualquier político del PP que se encuentre buscando aliados nacionalistas. O por resumir: no gustan del PP y pueden descalificar, aunque con la boca pequeña, a toda la clase política con la que contamos. Sólo les gustan realmente Soraya, Intereconomía y Federico.
Tanto los unos como los otros se han visto seriamente afectados por la crisis (alguno de ellos gravemente). Pero siguen viendo la solución en lugares diferentes. Los de izquierdas lo tienen claro para las siguientes elecciones: votar de nuevo al PSOE. Cualquier cosa antes de dejar que gobiernen los fascistas (sic), aunque ello pueda presuponer el incremento del desastre. Los de derechas también lo tienen claro: votar de nuevo al PP. Cualquier cosa antes de dejar que vuelvan a gobernar estos ineptos, aunque ello les obligue a tener que votar a unos incompetentes traidores. Yo también lo tengo claro y por eso me dirijo a ellos, tanto a los de izquierdas como a los de derechas que no gustan claramente ni del PSOE ni del PP pero a ellos les votan: ¡os vais todos a la mierda!
Addenda. Pido disculpas a mis excelsos lectores por los últimos abusos del idioma. No suele ser mi hábito, lo saben ustedes. Me ha pasado lo que a Valmont, pero pasado por el filtro español de Fernando Fernán Gómez, que no he podido evitarlo. En cualquier caso les hago una pregunta ¿se acuerdan ustedes de aquella época en la que los españoles teníamos que salir fuera de nuestras fronteras para saber cómo era de verdad el mundo? ¿Se acuerdan con qué momento histórico se correspondía? ¿Se acuerdan cuánto duró esa época en la que vivimos esclavizados a unos poderes fácticos dirigidos por la canalla? Acabo de llegar de pasar una temporada en Suiza y me he juntado con un sobrino que acaba de llegar de Londres. Nuestra conversación nos ha exigido un trago, que dirían los americanos. Y los hijos de mis amigos están dirigiendo sus pasos hacia el extranjero porque quieren ser tratados con decencia y dignidad. Spain is absolutly different. Por eso todas las semanas veo con ansiedad el programa Españoles por el mundo, el programa más instructivo de la actualidad con diferencia. Y lo veo con una libreta de notas y un bolígrafo de cuatro colores. Ya digo: ¡a la mierda!
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2 comentarios:
Muy interesante ejercicio el de observar lo que piensa y lo que va a hacer el círculo de gente en el que nos movemos. A mi me da vergüenza porque... creo que casi todos son "de izquierdas", es decir, socialistas, y que seguirán votando al PSOE, pero ¡llevan ocho años sin hablar de política!. Son profesores, pero no son capaces de sostener una conversación mínimamente coherente y seria de política ¡Y yo aún tomo café con ellos!
Por cierto, podrías haberme dicho lo de tu viaje a Suiza. No sé si sabes que una de mis hijas está viviendo en Neuchatel. La mayor también ha abandonado Valencia y está en Friburgo (Alemania).
Alguna vez he visto ese programa que dices y he deseado que nunca salgan mis hijas. La televisión unta de mierda todo lo que toca.
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